01 OCT, VIERNES: FORT WORTH

Por la mñn estuvimos explorando el downtown, donde encontramos un sitio para desayunar en el que nos pusimos las botas, pero había que cargar bien las pilas para aprovechar el día.

El downtown de Fort Worth estuvo muy bien, a mí me gustó mucho. Estuvimos andurreando por allí como unas 2 horas. Luego fuimos al cultural district. Dejamos el coche aparcado en ca Dios y empezamos a andar con una que caía de calor que entramos en el mc donalds a comprarnos un zumo de naranja grande bien frío. Y como somos asín de originales, en lugar de visitar los museos de la zona, nos metimos en un concurso-exhibición de mini horses  muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en España, básicamente porque no tenemos mini horses, jajajjajaj, que no son ponys  OJO! Son caballos en miniatura, super graciosos.

Luego nos fuimos al cowgirl museum (el único que visitamos) dedicado a todas las mujeres cowgirls de la zona, muy curioso.

De allí nos fuimos al stockyards court a comer en el famoso Billy Bob, recomendado en todas partes, pero resultó que cuando había que visitarlo era por la noche, porque a mediodía sólo estábamos  nosotras, que para entrar a comer ya nos cobraron 1$ a cada una y la comida era burguer, nada del otro mundo, en fin…

Después, a las 4, nos fuimos a la calle principal a ver pasar a los longhorns conducidos por 4 ó 5 jinetes a caballo. Como no estés allí ala hora exacta para verlo, te lo pierdes, porque el recorrido es muy corto, y apenas dura 5 minutos, así que si te encantas no lo ves.

Como hasta las 7 no era el rodeo, fuimos al visitor center a que nos contaran qué podíamos hacer por allí. El agüelico que nos atendió era muy majo, nos dijo que visitáramos el museo (que no nos dio tiempo), los establos de loslonghorns, el bar donde se grabó la serie “Walker Texas Ranger”,  el hotel donde se alojaron Bonnie & Clide, cuál era la mejor tienda para comprar botas y cuáles eran los mejores sitios para cenar después del rodeo.  Le caímos tan bien que nos regaló un pin y una bolsa a cada una.

Nos fuimos a hacer el recorrido y cuando llegamos a la tienda de las botas Reich se puso a hablar con uno de los jóvenes que trabajaba allí (siempre haciendo amigos) y aprovechó para preguntar si podía hacer fotos dentro de la tienda, porque la verdad es, que la tienda molaba mucho. El chico le dijo que sí y Reich empezó a disparar con la canon a diestro y siniestro y en una de las fotos en las que yo estaba posando, un señor nos llamó la atención, y le preguntó a Reich, en tono amenazante, que quién le había dado permiso para hacer fotos, a lo que Reich le contestó señalando al joven con el que había hablado, y en eso aparece la hija del señor con una sonrisa diciéndonos que no le hiciéramos caso, que se estaba quedando con nuestra cara, así que seguimos mareando por la tienda haciendo fotos. Al rato se nos acerca otra dependienta que nos regalaba un llavero y un posavasos de cuero a cada una por la broma que nos había gastado el señor, que resultó ser el dueño de la tienda. No había pasado nada y nos daban un regalo… Igualito que en España! La tienda se llama Leddy's.

Después fuimos al bar de Walker, el White Elephant, a tomarnos algo (no de alcohol, of course), porque estábamos muertas de sed, y nos pedimos una coca cola light y agua. Pues bien, también nos las regalaron! Jajajajaj, yo creo que al camarero le daba hasta vergüenza cobrarnos por eso, jajjajajaja.

Cuando salimos del bar volvimos a la tienda de las botas para hacernos una foto con el dueño pero ya estaba cerrada L

Y llegó la hora del rodeo! Estábamos muy bien situadas, en primera fila y cerca de donde salían los cowboys. Hubo de todo: cowboys sobre toros, caza del ternero con lazo (esto no me gustó mucho, porque aunque no le hacen nada al ternero, yo creo que no lo pasa bien) y cowgirls haciendo circuitos de velocidad a caballo. Tenemos publi reportaje de todo.

Cuando salimos del rodeo, no nos decidíamos entre irnos a dormir o pasar otra vez por el Billy Bob para verlo con ambiente, que además esa noche actuaba una cantante de country, una tal Kristy algo. Al final fuimos al Billy Bob. 12$ la entrada y muertas de frío dentro por el aire acondicionado.  Nos pusimos al lado de la pista de baile, para ver cómo bailaba la gente, y cuál fue nuestra sorpresa al ver que bailaban salsa con música country! Una pena que no se pudiera grabar video al ser un concierto, porque hubiera estao bien grabar a la gente bailando y luego hacer un montaje poniéndoles música salsa en lugar de country, jajjaajja. La gente bailaba super bien, sobre todo los jóvenes, que daba la impresión de que ensayaban los giros todas las semanas, qué barbaridad!

Reich da su versión del último párrafo: El Billy Bob que al mediodía era desolador, estaba lleno de gente loca por beber y por bailar. Cuando entramos hacía un poco de frío que habría sido soportable con un poco de alcohol en el cuerpo, pero como teníamos que conducir…

Dimos una vuelta porque el sitio era bastante grande, y de noche con todas las barras abiertas era impresionante. El concierto ya había empezado así que nos dirigimos hacia la pista de baile donde las parejas bailaban country. La pista era una tarima cuadrada de madera y la gente bailaba de dos en dos en círculo y todos en el mismo sentido. El chico siempre bailaba de espaldas arrastrando los pies y la chica hacía lo mismo pero de frente y de vez en cuando se marcaban unos pasos de salsa. Yo me esperaba un baile tipo “no rompas más mi pobre corazón” y aunque no fue eso lo que bailaron el conjunto de concierto+bailarines resultó ser entretenido y curioso. Nos podríamos haber quedado allí horas y horas pero se había hecho demasiado tarde y había que volver al hotel.